Archivo del sitio
Religiones No Cristianas: Visión general
Autor: PALMER, SPENCER J.
Los Santos de los Últimos Días creen que Dios ha inspirado no sólo la gente de la Biblia y el Libro de Mormón, sino también a otras personas, así, para llevar a cabo sus propósitos. Hoy Dios inspira no sólo a los Santos de los Últimos Días, sino también a los fundadores, maestros, filósofos y reformadores de otras religiones cristianas y no cristianas. Debido a que la creencia SUD está basada en una fe bíblica teísta, ha sido relativamente fácil para los estudiosos y creyentes percibir paralelismos entre ella y el cristianismo tradicional, el judaísmo y el Islam. Ahora que la Iglesia se ha convertido en un movimiento global que se extiende en Asia, las comparaciones entre el Evangelio de Jesucristo y las principales religiones de la India, China, Corea y Japón son cada vez más significativa.
¿Posee La Iglesia el monopolio de la verdad?
Por el Elder John A Widtsoe
Tal pregunta refleja una completa equivocación respecto a las afirmaciones hechas por la Iglesia restaurada de Cristo.
Un monopolio de la verdad significaría la posesión de toda la verdad disponible, y la exclusión de aquellos que no pertenecen a la Iglesia de participar en la posesión o beneficios de la misma.
Nada puede alejarse más de las enseñanzas de la Iglesia. Desde los días del profeta José Smith, se ha enseñado que la luz de la verdad ilumina a cada ser que viene a la tierra. (Véase DyC 93:2,84:46). Todos aquellos que buscan la verdad pueden encontrarla, ya sea dentro de la Iglesia o fuera de ella. Las personas que la buscan diligentemente en las bibliotecas, los laboratorios o la naturaleza, recibirán la recompensa de la fuente inagotable de esa verdad. El Autor de la verdad es generoso. La Iglesia exhorta que en todo clima y en todo tiempo, todos los hombres continúen su búsqueda de la verdad; porque así como ésta se multiplica entre los hombres, los gozos humanos también pueden aumentar.
La doctrina verdadera
La doctrina Verdadera se halla siempre en la Iglesia Verdadera del Señor, porque el canal de comunicación entre Dios y su pueblo está abierto. Las falsas doctrinas abundan en iglesias que niegan la revelación contemporánea y por lo tanto no tienen una manera de comparar opiniones y conceptos para Ver si se ajustan a la Voluntad y pensamiento de la Deidad. Por supuesto que hay mucha Verdad en esas iglesias, pero esas iglesias que no tienen la plenitud del evangelio, tienen mucho error y falsedad mezcladas con las Verdades. Y la plenitud de la salvación puede llegar solamente a los que creen y se ajustan a la plenitud de la doctrina revelada del Señor.La doctrina del evangelio es sinónimo de las Verdades de salvación que comprenden credo, enseñanzas y teorías verdaderas halladas en las escrituras; incluye principios, preceptos y filosofías reveladas de religión pura; en sus pliegues están envueltos los dogmas proféticos, máximas y pensamientos; los Artículos de Fe son parte y porción de ella y también lo son cada palabra inspirada de los agentes del Señor.
La doctrina de salvación está registrada en las escrituras. (2 Tim. 3:14-17.) El Libro de Mormón ha salido en estos días para que los hombres puedan «aprender doctrina.» (Isa.29:24; 2 Ne. 27:35.) La Biblia y el Libro de Mormón «crecerán juntamente para confundir las falsas doctrinas.» (2 Ne. 3:12.) Para que los «puntos verdaderos» de la doctrina del Señor puedan ser conocidos nuevamente, el Verdadero evangelio ha sido restaurado (D. Y C.10:62); y estos puntos Verdaderos de la doctrina se hallan ahora en la Iglesia verdadera. (D. Y C. 11:16.)
La Verdadera doctrina de Cristo es que todo hombre Venga a él, gane fe, se arrepienta, se bautice, reciba el Espíritu Santo y persevere hasta el fin para ganar la salvación. (2 Ne. 31:17-21; 3 Ne.11:29-41; D. Y C. 10:67; 68:25.)
La conversión a la Verdad Viene con la aceptación de la doctrina verdadera. (1 Ne.15:15; 3 Ne. 21:6.) Se espera que los así convertidos «hablen … por doctrina» (1 Cor. 14:6); «enseñéis el uno al otro la doctrina del reino» (D. Y C. 88:77); «se perfeccionen en el entendimiento de su ministerio, en teoría, en principio y en doctrina» (D. Y C. 97:14); a «obrar en doctrina (D. Y C. 101:78); y a aprender más doctrina por revelación del cielo. (D. Y C.121:45-46.)
En el análisis final, la verdad de la doctrina puede saberse solamente a través de la revelación alcanzada como resultado de la obediencia. «Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió,» proclamó nuestro Señor. «El que quiera hacer la Voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.» (Juan 7:1617.) Se han puesto apóstoles y profetas en la Iglesia con el propósito de enseñar e identificar la doctrina verdadera, para evitar que el hombre sea «llevado por doquiera de todo viento de doctrina.» (Efe 4:11-14.) Si una iglesia no tiene profetas y apóstoles, entonces no hay forma de saber si sus doctrinas son falsas o verdaderas. «Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ese sí tiene al Padre y al Hijo.» (2 Juan 9.)
La falsa doctrina es del diablo (1 Tim. 4:1; D. Y C. 10:63; 46:7), y los hombres que la predican lo hacen «por causa de las riquezas y los honores.» (Alma 1:16.) No hay salvación en la creencia o enseñanza de doctrinas falsas. «Pues en vano me honran enseñando como doctrina mandamientos de hombres.» (2 Tim. 4:3.)
La apostasía surge de la enseñanza de falsas doctrinas. Nefi describió nuestro actual mundo religioso diciendo: «Si, habrá muchos que de esta manera enseñarán falsas, vanas y locas doctrinas,» y especificando que «A causa del orgullo, y a causa de falsos maestros sus iglesias se han corrompido.» Hablando de todo el mundo dijo: «Todos se han extraviado, salvo unos pocos que son humildes discípulos de Cristo; sin embargo, son guiados de tal manera que a menudo yerran porque son enseñados por los preceptos de los hombres.»
Y entonces agrega esta frase terrible: «Y todos aquellos que predican falsas doctrinas, . . . ¡ay, ay, ay de ellos, dice el Señor Dios Todopoderoso, porque serán arrojados al infierno!» (2 Ne. 28:5-15.)
Los Artículos de Fe
“Los artículos de fe son un listado de creencias o credo, en algunas instancias numeradas y comenzando por lo general con «Nosotros creemos…», que resumen y generalmente definen la teología fundamental de una religión y/o iglesia dada.
Dichos artículos de fe son comunes tanto en el cristianismo como en el islam.
Catolicismo y Anglicanismo
El Símbolo Niceno y la versión más corta, el Símbolo de los Apóstoles, son artículos o profesiones, de fe pronunciadas por miembros de la Iglesia Católica y la Comunión Anglicana. Por lo general, es recitada durante la misa, y el de los Apóstoles, durante otras ocasiones y congregaciones.
Protestantismo
Las iglesias protestantes, así llamadas porque protestaron en contra de la autoridad del Papa durante la reforma, usan un listado de creencias generales de acuerdo a sus congregaciones. De los artículos originales, miles de variantes han surgido en las líneas particulares de cada denominación.
Otros grupos considerados no-protestantes, sino restauracionistas, como La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, usan este tipo de documentos, como los artículos de fe del mormonismo.”
Significado de Doctrina
La palabra «doctrina» en las Escrituras significa «una enseñanza», así como «lo que se enseña.» Muy a menudo en la Iglesia se refiere a las enseñanzas o doctrina de Jesucristo, entendida en un sentido bastante específico. Escrituralmente, entonces, el término «doctrina» significa que el mensaje central de Jesucristo – es que Jesús es el Mesías, el Redentor. Todas las demás enseñanzas están subordinadas a aquellas por las que todas las personas «sepan cómo venir a Cristo y ser salvos» – es decir, a los «puntos de doctrina», como la fe, el arrepentimiento, el bautismo y la recepción del don del Espíritu Santo. En un tiempo, haciendo hincapié en la preeminencia y la naturaleza fundacional de este mensaje, Jesús enseñó: «Y quienes declaren más o menos que esto, y lo establezcan como mi doctrina, tales proceden del mal, y no están fundados sobre mi roca» (3 Ne 11:40).
El deseo de saberlo todo
Aquellos que estamos tratando de seguir el mandato del Señor de “busca[r] conocimiento tanto por el estudio como por la fe” (DyC 88:118) debemos tener mucho cuidado. Comparto aquí la advertencia de un apóstol:
“El presidente Spencer W. Kimball, cuando integraba el Quórum de los Doce, describió esta técnica: «Lucifer y sus secuaces conocen los hábitos, debilidades y puntos vulnerables de cada uno, y los aprovecha para conducirnos a la destrucción espiritual» (El milagro del perdón, pág. 221).
“Pero la debilidad no es nuestro único punto vulnerable. Satanás también puede atacarnos en los puntos en que nos consideramos fuertes, en aquellos aspectos en donde nos sentimos orgullosos de nuestra resistencia. Satanás nos tentará por medio de nuestros más grandes talentos y dones espirituales. Si no somos precavidos, Satanás puede ocasionar nuestra ruina espiritual pervirtiendo nuestros puntos fuertes, así como explotando nuestras debilidades.
Temas del Evangelio
Nota.- Por fin luego de un año la Iglesia acaba de actualizar la sección Temas del Evangelio de su pagina web en español. A pesar que no se han traducidos todos los artículos de la versión en ingles, ahora si podemos encontrar los artículos que tratan los temas que más interrogantes causan entre los investigadores y los miembros de la Iglesia. En verdad es un gran recurso de estudio, esperamos que siga siendo actualizado hasta contar con todos los artículos de la versión en ingles. Lo mejor de todo es que los investigadores sinceros y los miembros fieles de la Iglesia de habla hispana ya no tendrán que depender de las paginas web anti mormonas o SUD de tendencias liberales para conocer y comprender los temas más polémicos de nuestra historia, doctrina y practicas.
La revelación divina y la ciencia
“Nuestros jóvenes son estudiantes diligentes. Buscan la verdad y el conocimiento con un celo encomiable, y al hacerlo, se ven en la necesidad de adoptar, temporariamente, muchas teorías humanas.Sin embargo, mientras que las reconozcan como escalones útiles para sus propósitos de investigación, no les harán daño. El problema surge cuando esas teorías se establecen como verdad fundamental y entonces el interesado se encuentra en grave peligro de desviarse irremediablemente de la senda correcta…
La Iglesia se atiene a la autoridad definitiva de la revelación divina,la cual debe ser la norma; y puesto que la llamada “ciencia” ha cambiado sus deducciones a través de los años, y ya que la revelación divina es verdad y permanece para siempre, los puntos de vista científicos deben conformarse a las declaraciones positivas de la revelación divina; y más aún, que en las instituciones fundadas por la Iglesia para la enseñanza de teología, así como de otros aspectos de la educación, lo que enseñen los instructores debe estar en armonía con sus principios y doctrinas…
La religión de los Santos de los Últimos Días no se opone a ninguna verdad ni a la investigación científica que la busque. En su saludo de Navidad a los santos, la Primera Presidencia dijo: “Aceptamos con gozo lo que se haya demostrado, pero no aceptamos la filosofía vana, las teorías humanas ni las meras suposiciones del hombre; tampoco adoptamos nada que sea contrario a la revelación divina o al sentido común, sino que apoyamos todo lo que se incline a la conducta correcta, lo que armonice con la sólida moralidad y aumente la fe en la Deidad, venga de donde venga” [«Words in Season from the First Presidency», Deseret Evening News, 17 de dic. de 1910, pág. 3].
Un buen criterio que pueden adoptar los jóvenes que estén determinados a profundizar en las teorías filosóficas es investigarlo todo, pero tener cuidado de adoptar sólo lo que sea verdad. La verdad persiste, mientras que las teorías de los filósofos cambian o se derrumban. Lo que los hombres utilizan hoy con propósitos científicos como plataforma desde la cual tentar en lo desconocido buscando la verdad puede derribarse mañana, después de haber cumplido su propósito; pero la fe es un principio eterno mediante el cual el creyente humilde puede asegurarse una satisfacción permanente. Es la única manera de encontrar a Dios.
A través de todas las épocas, la ciencia y la filosofía han sufrido cambio tras cambio; no pasa ni un siglo sin que se introduzcan nuevas teorías científicas y filosóficas que substituyan las viejas tradiciones, la antigua fe y las doctrinas anteriores de otros filósofos y científicos. Estas cosas pueden pasar por cambios continuamente, pero la palabra de Dios siempre es verdadera, siempre es correcta.” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Joseph F. Smith. Pág. 339-340)
Las Cosas Nunca Vistas
«Como joven adolescente, deseoso de obtener un testimonio propio, y como aspirante al título de científico, me llené de inmensa satisfacción al descubrir que la ciencia y la religión concordaban de una manera muy sencilla.»
¿Poseemos los mormones toda la verdad?
Un Acercamiento a la Doctrina Mormona
Nuestra búsqueda de la Verdad
«La persona que busca la verdad no tiene ningún sistema particular que apoyar, ni dogma especial que defender ni teoría que respaldar, sino que acepta toda verdad, y esa verdad, al igual que el sol en el firmamento, resplandece y esparce sus rayos refulgentes sobre toda la Creación. Si las personas se despojan de fanatismos y prejuicios, y con oración y a conciencia buscan la verdad, la hallarán adondequiera que dirijan su atención.
«Una de las principales razones por las que los hombres han tropezado tan a menudo en muchas de sus investigaciones de la verdad filosófica ha sido que la han buscado con su propia sabiduría, se han gloriado en su propia inteligencia y no han buscado a Dios para pedirle esa sabiduría que llena y gobierna el universo y regula todas las cosas. Ésa es una gran dificultad de los filósofos del mundo: que el hombre se atribuye el ser el inventor de todo lo que descubre; cualquier ley o principio nuevo que llega a descubrir se lo adjudica a sí mismo en lugar de dar la gloria a Dios.»
La revelación divina y la ciencia
Joseph F. Smith |
«Nuestros jóvenes son estudiantes diligentes. Buscan la verdad y el conocimiento con un celo encomiable, y al hacerlo, se ven en la necesidad de adoptar, temporariamente, muchas teorías humanas.Sin embargo, mientras que las reconozcan como escalones útiles para sus propósitos de investigación, no les harán daño. El problema surge cuando esas teorías se establecen como verdad fundamental y entonces el interesado se encuentra en grave peligro de desviarse irremediablemente de la senda correcta…
La Iglesia se atiene a la autoridad definitiva de la revelación divina,la cual debe ser la norma; y puesto que la llamada «ciencia» ha cambiado sus deducciones a través de los años, y ya que la revelación divina es verdad y permanece para siempre, los puntos de vista científicos deben conformarse a las declaraciones positivas de la revelación divina; y más aún, que en las instituciones fundadas por la Iglesia para la enseñanza de teología, así como de otros aspectos de la educación, lo que enseñen los instructores debe estar en armonía con sus principios y doctrinas…
La religión de los Santos de los Últimos Días no se opone a ninguna verdad ni a la investigación científica que la busque. En su saludo de Navidad a los santos, la Primera Presidencia dijo: «Aceptamos con gozo lo que se haya demostrado, pero no aceptamos la filosofía vana, las teorías humanas ni las meras suposiciones del hombre; tampoco adoptamos nada que sea contrario a la revelación divina o al sentido común, sino que apoyamos todo lo que se incline a la conducta correcta, lo que armonice con la sólida moralidad y aumente la fe en la Deidad, venga de donde venga» [«Words in Season from the First Presidency», Deseret Evening News, 17 de dic. de 1910, pág. 3].
Un buen criterio que pueden adoptar los jóvenes que estén determinados a profundizar en las teorías filosóficas es investigarlo todo, pero tener cuidado de adoptar sólo lo que sea verdad. La verdad persiste, mientras que las teorías de los filósofos cambian o se derrumban. Lo que los hombres utilizan hoy con propósitos científicos como plataforma desde la cual tentar en lo desconocido buscando la verdad puede derribarse mañana, después de haber cumplido su propósito; pero la fe es un principio eterno mediante el cual el creyente humilde puede asegurarse una satisfacción permanente. Es la única manera de encontrar a Dios.
A través de todas las épocas, la ciencia y la filosofía han sufrido cambio tras cambio; no pasa ni un siglo sin que se introduzcan nuevas teorías científicas y filosóficas que substituyan las viejas tradiciones, la antigua fe y las doctrinas anteriores de otros filósofos y científicos. Estas cosas pueden pasar por cambios continuamente, pero la palabra de Dios siempre es verdadera, siempre es correcta.»
(Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia. Pag.339,340.)
¿Cual es la verdadera religión?
Santiago dijo a los miembros de la Iglesia que habían aceptado el conocimiento de Dios y creído la doctrina de salvación: «La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.'» (Santiago 1:27.)
Entonces la religión es algo más que teología, más que el conocimiento de Dios y el sistema de salvación revelado por El; es la práctica de los preceptos revelados. Las personas religiosas son «hacedores de la palabra, y no tan solo oidores.» (Santiago 1:22-26.) «Si la teología es teoría, entonces lo religión es práctica; si la teología es precepto, la religión es el ejemplo.» (Artículos de Fe, pág.4-7.) La Verdadera religión, la religión de Jesucristo, fue instituida para el beneficio del hombre y se encuentra únicamente en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días. (D. Y C. 1:30; 134:4; 135:7.) La religión falsa – hecha con fragmentos de Verdad mezclada con error – se halla en las sectas cristianas y entre los adoradores paganos. No hay salvación en la falsa religión. A pesar de las buenas obras hechas por los que no han aceptado la plenitud de la Verdad – aunque estas obras serán recompensadas- no son hechos religiosos que sean contados en justicia a los hombres para asegurarles una herencia celestial. (Moro. 7.) Pero los santos que primero profesan y creen la Doctrina Verdadera y practican la santa religión serán salvos.
Bruce R. McConkie